El difícil arte de ser entrenador

Si bien cada vez la tecnología aumenta las herramientas de medición y evaluación de los entrenamientos, en el camino surgen innumerables imponderables que dificultan la planificación deportiva. Ángel Hurtado, Gil Cordovés, Miguel Rondón, Cesar Torrealba y Raúl Navarro conversaron con Ciclismototal sobre el tema. 

Uno de los mejores ciclistas de distancias largas en el ciclismo de montaña del país y quien además es profesor de educación física Raúl Navarro definió al entrenador como “el profesional que diseña, planifica y controla los entrenamientos y otras actividades que permiten que el atleta desarrolle su máximo potencial para lograr los objetivos y alcanzar sus metas competitivas”.

Hasta allí todo marcha bien, pero empiezan los aspectos con los que se tienen que enfrentar los entrenadores, el ciclista, incluso el profesional, es primero un ser común y corriente que tiene familia, responsabilidades y tareas más allá de la bicicleta, se enferma, sufre bajones anímicos, por lo que la tarea que tenía que ejecutar el día asignado no pudo ser cumplida. Por otro lado están los impedimentos como el clima o desperfectos mecánicos que pueden frustrar un entrenamiento, el cómo compensar y ajustar las cargas son partes fundamentales del entrenador deportivo.

Para Ángel Hurtado, presidente de la asociación de ciclismo del estado Aragua, entrenador y también ciclista, lo complicado está en la ejecución de lo planificado: “en la actualidad lo más difícil no es armar el plan, sino poder cumplirlo completo debido a todos los factores externos que puede afectar la planificación y saber replantear el trabajo”.

El excelso ciclista Gil Cordovés y quien ahora transmite su experiencia como entrenador, afirma que una de las complicaciones que se consiguen es manejar las dificultades de los atletas “lidiar con los problemas con todos tus atletas, si tienes 20 corredores y cada uno tiene 2 problemas que es lo mínimo, tienes 40 problemas más los tuyos, normalmente tienen el trabajo y el tiempo que le pide la esposa (o) o la novia, que es el de entrenar”.

“lo más difícil es entender si el organismo está reaccionando bien al estímulo que estas presentando” afirma Miguel Rondón reconocido entrenador de ciclismo todo terreno.

César Torrealba quien hasta hace algún tiempo fungiera como planificador del ciclismo por parte de Min Deporte resalta además la importancia de la confianza que debe generarse entre el entrenador y el atleta “un entrenador debe entender que no entrena a una máquina o robot, ni siquiera que entrena a un músculo o célula, debe orientarse a que entrena un corazón, un sistema humano, debe ser pedagogo, planificado y un dotado moralmente de muchos valores humanos”.

Reconocer el talento es otra dificultad adicional y una vez ubicado, está el poder sacarle provecho “los datos representan el 60 al 70%, eso no quiere decir que necesariamente se convierta en un talento, la genética es muy importante, luego van a estar esas pequeñas cosas que tienen que ir corrigiéndole que suman el otro 30%”, señaló Cordovés.

“Cada persona nace con cualidades innatas y con el entrenamiento adecuado puede mejorar y desarrollar más condiciones y en el ciclismo lo que hace la diferencia entre un escalador, un velocista o pasista es la composición morfológica y el tipo de musculatura que tenga, por eso creo que el ciclista nace”, opinó Ángel Hurtado.

“Tienes que analizar las grandezas y debilidades de cada uno y en función de eso confeccionarles su plan de entrenamiento”, agrega Cordovés.

Aun así el entrenamiento adecuado en las mejores condiciones no garantiza el éxito, las variables que suceden en la carrera y las propias capacidades del ciclista para resolver problemas sobre la marcha pueden jugar a favor o en contra para obtener el triunfo. “Algunas veces no gana el mejor sino el que corre más inteligente y administra mejor sus fuerzas, hay ciclistas muy buenos y que andan muy duro pero son muy brutos para correr”, concluye Hurtado.

En este punto Rondón también emite su juicio “aparte de las cualidades físicas, como fuerza, velocidad y esas cosas, los buenos atletas tienen una actitud especial, que yo se lo atribuyo a una especie de dureza mental, hay algún punto extra que tienen los atletas ganadores y eso sí que no lo tienen todos los atletas”

Navarro afirma que “el entrenador es un artista porque no hay reglas rígidas, debe ser intuitivo para determinar lo que puede ser mejor para cada atleta. Arriesgado para romper patrones y líder para el atleta crea, confíe y ejecute al 100%”.

Lograr la simbiosis entrenador-atleta es fundamental para el éxito, cada atleta puede reaccionar diferente al mismo estímulo, reconocer eso, adaptarse, saber cuándo presionar y cuándo no, al final, puede ser la clave entre triunfar o fracasar.
Fuente: http://ve.ciclismototal.net