El agua regula tu temperatura corporal,
hace posibles los procesos metabólicos y lubrica tus articulaciones,
entre otros muchísimos procesos. Es vital, es imprescindible para tu
existencia y sin la cantidad necesaria tu rendimiento decrece.
Y no solo
necesitas una buena hidratación mientras pedaleas, al acabar tus rutas
muchos ciclistas piensan que ya está todo hecho. Sin embargo esa
hidratación posterior es tan importante como la previa, ya que es el
proceso que permite tu recuperación, el restablecimiento de los niveles
hídricos de tus células y la regeneración de tu musculatura.
En el caso de las pruebas por etapas, ya sea en competición o en una
ruta cicloturista de varios días, este proceso cobra una importancia aún
mayor, ya que hay un tiempo corto para la recuperación y cualquier
estrategia que la favorezca es bienvenida. Una forma sencilla de saber
si estás bien hidratado es observando el color de tu orina. Si
es clara o apenas tiene color es que todo va bien y tu hidratación es
buena. Un tono más oscuro y cercano al ámbar es síntoma inequívoco
de deshidratación.
¿Cuánto tienes que beber al acabar?
El próximo día que hagas una salida larga prueba a pesarte antes y
después. Salvo que hayas hecho una comilona a mitad de entrenamiento, tu
peso será menor al acabar. Tienes que reponer más o menos líquido en
función de lo que hayas perdido (la diferencia de peso antes y después).
Además del agua tienes diferentes opciones para tu hidratación tras el ejercicio, como los líquidos isotónicos
que por su propia definición (concentración de sustancias similar a la
del plasma sanguíneo) logran una hidratación más rápida que la que se
consigue con agua sola. Los líquidos isotónicos además suelen aportar carbohidratos,
que tu cuerpo ha consumido con el pedaleo y que es interesante reponer,
así como otros componentes, que ayudan al buen funcionamiento de
nuestro cuerpo.
Una buena y novedosa opción en la familia de los líquidos isotónicos es la nueva cerveza San Miguel 0,0 Isotónica,
con una concentración de sustancias disueltas similar a la de la sangre
(270 a 330 miliosmoles/ litro) que favorece una absorción rápida del
agua y de sus otros componentes, y elaborada con 100% ingredientes
naturales: agua, 100% malta de cebada, lúpulo y aromas naturales.
No
contiene conservantes, colorantes ni ingredientes artificiales y aporta
los hidratos de carbono naturalmente presentes en la cerveza, como
maltodextrinas e hidratos de carbono simples (maltosa, fructosa y
glucosa).
Fuente: www.ciclismoafondo.e